Las tendencias actuales en el mundo globalizado dejan claro que ser dueño o depositario de determinada información ha dejado de ser un valor que le permita a uno modificar el entorno de manera significativa y permanente, sino que es la gestión de la información, abundante en el escenario actual, lo que se constituye como capacidad nuclear del individuo para trascender en su entorno, capacidad que también empodera a todo colectivo cohesionado con el fin de modificar índices sociales.
Si bien la Gestión de la Información, propiamente definida, plantea procesos que buscan controlar su ciclo de vida, que caricaturizamos en la imagen de un archivo procesado, compartido y almacenado, el proceso de distribución hacia los interesados en ella es la que merece la atención de los individuos y de los colectivos que se hallan en la búsqueda de incidir en el entorno a través del proceso cognitivo, el cual, desde su perfil de percepción, incide en procesos tales como el aprendizaje, el razonamiento, la atención, la memoria, la resolución de problemas, la toma de decisiones y el procesamiento del lenguaje, sean estos conscientes o no.
El tema nos lleva a una reflexión de envergadura ambiciosa ya que son varias las disciplinas antropológicas desde las cuales podemos abordar el análisis tal como lo vienen desarrollando neurólogos, psicólogos, sociólogos, filósofos e incluso quienes concentran sus estudios en el manejo de la información para fines de aplicación práctica en diversas áreas tales como la inteligencia artificial, la gestión del conocimiento y el aprendizaje automático.
Concentrémonos aquí en desarrollar lineamientos de utilidad para el colectivo que se halla en actitud de cosechar los eslabones que perfilan las nuevas tendencias evolutivas de las relaciones humanas y de su intercambio en el contexto de la globalización.
Si se desea desarrollar la Gestión de la Información a fin de trascender en el entorno, es importante reconocer que son requeridas habilidades que van más lejos que las competencias archivísticas o de gestión documental; por lo tanto, se requiere incorporar habilidades que gestionen las que poseen los criptógrafos, los especialistas en archivo y los especialistas en TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación), y añadan a ellas el enfoque que visualiza a la Gestión de la Información como un proceso que se nutre, y sobre todo en esa dirección, desde los intereses de sus usuarios finales, por tal motivo es importante no perder de vista a los usuarios en sus capacidades de abstracción, de generalización, de concreción, de especialización, de meta-razonamiento, y tomar muy en cuenta la subjetividad expuesta en sus creencias, en el intelecto del individuo y del colectivo, en sus estados mentales y en sus preferencias.
Siguiendo esta línea reflexiva, la tesis plantea que todo aquel que desee gestionar la información con la finalidad de incidir en el individuo o en su colectivo consumidor, es necesario que escudriñe el contexto de aquellos e incorpore en los métodos que empleará para la presentación y la trasmisión de la información, las variables que favorezcan su selección o presentación colateral como resultado de la búsqueda por parte de los consumidores.
Por otro lado, y en torno a la responsabilidad social, existe un criterio nuclear a tomar en cuenta y es el referido a los valores que permiten que un gestor de la información no se convierta en un manipulador de la misma con fines contrarios a la libertad y al derecho que tiene todo individuo o colectivo de acceder a ella.
Finalmente, y en dirección al contexto concreto sobre el que incidimos quienes manejamos herramientas para gestionar la información al interior de redes corporativas enlazadas a la red global, es importante tomar partido por alguna de las siguientes banderas, la de la restricción o la de la observación.
Restringe quien bloquea el acceso a la información. Esto en contextos empresariales es comprensible en torno a la búsqueda de la productividad de los individuos, sin embargo es más complejo pero más alineado a la responsabilidad social, quien decide observar en vez de bloquear.
Observar el flujo de la información implica gestión, supone un análisis que derive en reportes de suma utilidad para la toma de decisiones. Es mucho más productivo a largo plazo, conocer el perfil de búsqueda de información por parte de los individuos al interior de redes corporativas que restringir la misma debido a que lo primero provee de información valiosa que permite a los líderes de colectivos enfocados a la producción tomar decisiones de impacto en torno a aspectos ligados a la responsabilidad social como son el clima institucional y la apertura al cambio.
La observación del perfil de la información que se mueve al interior de nuestras redes de producción permite conocer a nuestros individuos y al colectivo, pero requiere líderes con apertura y con la comprensión clara de lo que cada individuo representa. El individuo que tiene la responsabilidad de producir al interior de una red corporativa no deja de ser individuo y como tal su subjetividad forma parte del modo en que actúa a favor o en contra de los intereses del colectivo.