¿Quién se atreve a cuestionar? ¿Quién se sube a la vida y la ve desde diferentes ángulos? ¿Por qué el “por qué” es natural a los 3 años y luego deja de ser una fascinación?
EDUCAR
Educar para pensar rompiendo paradigmas, educar para desarmar lo que ya está armado y recrear algo nuevo, educar para cuestionar, cuestionar para aprender.
No se trata sólo de estrategias sino de actitudes, implica desarrollar competencias relacionadas con la humildad y la justicia entre otros.
PENSAMIENTO CRITICO
La inocencia de preguntar y el deseo de saber más, surge no sólo de una motivación extrínseca, cada edad guarda un deseo de conocimiento que es inherente al ser humano. El pensamiento crítico demanda una “auto reflexión” que lo define como auto dirigido, auto disciplinado, auto regulado y auto corregido; y requiere del desarrollo de una serie de capacidades que el mundo actual exige para poder caminar sobre este.
Estas capacidades requieren de un trabajo diario y sostenido que fortalezca y entrene a la mente para vivir “pensado, sintiendo y amando” desde cada una de las acciones diarias, siendo conscientes de cada minuto que se vive; y uno se preguntará si los niños, adolescentes y adultos pueden ser conscientes de ello.
Pues la respuesta es SÍ, y depende del tipo de pensamiento que se forme en ellos, del pensamiento que nosotros mismos como adultos tenemos y que muchas veces influye en los otros, sobre todo en los pequeños.
Vivimos corriendo y la era de la tecnología nos hace correr más, no podemos vivir sin detenernos y ese “parar” se educa con el pensamiento crítico, pensando siempre “por qué y para qué” para encontrar los “cómo” que necesitamos para tomar decisiones cada minuto.